Este libro consta de tres partes que casi se pueden leer como libros independientes. En la primera se despliegan una serie de conversaciones entre el héroe, nuestro protagonista, y su guía. El héroe quiere volver a casa y para ello va recorriendo su camino de la dualidad a la unidad. Este proceso le lleva a preguntar, a experimentar y a aprender los principios del mundo espiritual. El maestro le habla de la muerte y le explica qué es la mente y qué es el alma.
Todo está interconectado y todo es vibración. En función de cómo vibramos, resonamos y atraemos a nuestra existencia aquello que es acorde con nuestro estado de conciencia. Nuestra vida es la gran escuela cósmica.
La segunda parte es un viaje al inconsciente, una especie de inframundo donde el héroe habrá de superar ciertas pruebas. En ella se habla de la fuerza de las emociones, del proceso de caer y volver a levantarse, de errar y enmendarse. Las emociones son el paisaje por el que discurre nuestra vida, y uno de los grandes ámbitos de aprendizaje para el ser humano.
La tercera parte habla de la madurez espiritual y de la maestría, encarnadas en las historias de tres maestros sufíes que realmente existieron en distintas épocas históricas. Las historias de estos maestros se desarrollan en el marco de la exótica Ruta de la Seda y la legendaria ciudad de Samarcanda, en Asia Central, lo que da una nota colorista a sus enseñanzas. Las verdades universales han existido siempre: han florecido en los lugares más diversos y en las personas y circunstancias más inesperadas.
Este volumen concluye una tríada de libros de Enric sobre espiritualidad con numerosas referencias a Un curso de milagros.